El Centro

Nuestro centro nace de la necesidad de ofrecer servicios especializados a niños y niñas que puedan presentar problemas en su comunicación y lenguaje, interacción social y juego, así como a sus familias y entornos más cercanos.

La comunicación es el intercambio de sentimientos, opiniones, o cualquier otro tipo de información mediante habla, escritura u otro tipo de señales. Tiene por tanto, un significado fundamentalmente social.

¿Qué ocurre cuando existen dificultades en estas áreas de comunicación e interacción social?

La presencia de dificultades en las habilidades sociales supone una alteración en el uso de comportamientos no verbales, como son el contacto ocular, la expresión facial, las posturas corporales y los gestos reguladores de la interacción social. También implica dificultades para compartir intereses, disfrutes y logros. Incapacidad para desarrollar relaciones con iguales y falta de reciprocidad social.

Las dificultades en las habilidades de comunicación y lenguaje, se refieren a las alteraciones en el desarrollo del lenguaje o la no aparición de éste. Pueden implicar alteraciones en la entonación, uso de ecolalias (habla repetitiva) y comprensión literal del lenguaje. También puede estar afectada la comunicación no verbal, presentando dificultades para compensar por este medio, las carencias del habla.

Estas dificultades también implican alteraciones en el juego y la imaginación, ya que el lenguaje organiza el pensamiento. Presentándose un juego funcional elemental, inducido desde fuera, poco espontáneo o repetitivo y con ficciones generalmente poco imaginativas.

Todas o por lo menos algunas de las características descritas pueden identificarse con diferentes trastornos infantiles y juveniles, y específicamente con los Trastornos del Lenguaje y Trastornos de Espectro Autista.

Nuestro principal objetivo en Interactúa, es ofrecer programas de intervención psicoeducativa que prioricen estas tres áreas, atendiendo siempre a las características del niño y su nivel evolutivo. Además de:

• Ofrecer apoyo a estas personas y sus familias. Ayudando a los padres a entender el comportamiento de su hijo, su forma de aprender, comunicarse y relacionarse. Para promover relaciones familiares positivas.
• Colaborar en la comprensión de estos trastornos y hacerlos cada vez más cercanos en todos los contextos en los que se puede desenvolver el niño en su día a día (familia, colegio, ocio…).

Por último señalar que todo nuestro trabajo lo llevamos a cabo desde el profundo respeto, ilusión y dedicación que sentimos hacia nuestra profesión y hacia nuestros niños y sus familias.

Si un niño no puede comunicarse con palabras, eso no significa que no tenga la voluntad de desarrollarse, sino que probablemente las palabras son (de momento) demasiado difíciles para él. Si se le proporciona una forma más concreta de comunicación, esa comunicación puede existir  (Theo Petters).